Durante gran parte de su historia, Azul se proyectó desde el corazón de la provincia como centro de referencia y atención; la diversificación productiva, el progreso en los sistemas de explotación agrícola y ganadera, el desarrollo industrial, su intensa actividad comercial y el extendido asentamiento burocrático, daban cuenta de una comunidad laboriosa y consecuente.
Hacia finales de los años 70 y principios de los 80, el deterioro de la economía del país, le hicieron perder la pujanza y el liderazgo regional. El resurgimiento de la democracia por entonces, nos permitía mirar con el optimismo imprescindible de las grandes causas que el desafío de la cosa pública, nos ponía de cara a un nuevo tiempo. Sin embargo, la ausencia de una clase de dirigente capaz de pensar en términos estratégicos nos condujo gradual y progresivamente a un declive que parece no tener fin.
Hacia finales de los años 70 y principios de los 80, el deterioro de la economía del país, le hicieron perder la pujanza y el liderazgo regional. El resurgimiento de la democracia por entonces, nos permitía mirar con el optimismo imprescindible de las grandes causas que el desafío de la cosa pública, nos ponía de cara a un nuevo tiempo. Sin embargo, la ausencia de una clase de dirigente capaz de pensar en términos estratégicos nos condujo gradual y progresivamente a un declive que parece no tener fin.
El fracaso de los sucesivos modelos macroeconómicos hicieron trizas sus anhelos de progreso y bienestar. El sentido de la movilidad territorial, económica y social se invirtió: nuestros jóvenes comenzaron a migrar, el capital se refugió en otros destinos, el descenso social de cientos y miles de azuleños expulsados de los sistemas productivos fue constante. Las iniciativas individuales y colectivas sucumbieron. Desde hace muchos años, despilfarramos talentos, negamos potencialidades y una suerte de pesimismo y frustración colectiva, se instaló fatalmente entre nosotros.
Octubre y el reverdecer primaveral, nos darán una nueva oportunidad. Hay que asumir con responsabilidad el signo de nuestro tiempo; tenemos que recuperar para nuestro distrito esa historia de realizaciones y progreso. Restablecer los valores del trabajo y la dignidad. Retomar la senda de nuestros mayores, con decisión y coraje para devolverles a nuestros jóvenes la esperanza de que otro Azul es posible. Como antes, como siempre, con ideas y con esfuerzo. Las posibilidades están latentes, Azul también puede cambiar.
Movilicemos las voluntades, aunemos las intenciones, superemos la mediocridad, para aprovechar las oportunidades que nos brinda el nuevo proyecto de país. Los caminos que trajeron a nuestros mayores no deben seguir llevándose a nuestros jóvenes. Dejemos atrás, las estructuras anquilosadas, los personalismos, las perpetuaciones y los entornos. En la gestión pública no se debe improvisar. Allí no puede haber lugar para aventureros ni seres providenciales. Por el contrario es el lugar donde se pone a prueba la templanza de los hombres con firmes ideales.
Me he formado en los claustros universitarios del país y del exterior, he compartido experiencias con colegas de otras jurisdicciones nacionales y extranjeras, he dedicado mi vida profesional a la gestión pública. Desde muy joven abracé los ideales nacionales, populares y libertarios que encarnaron entre otros San Martín, Yrigoyen y Perón. Comparto el modelo de país que impulsa el Presidente Kirchner y que consolidará Cristina a partir del mes de diciembre. Me sé poseedor de las convicciones, fortalezas y aptitudes para liderar el cambio y la transformación.
Azul nos necesita a todos, para terminar con el burocratismo atrapado por la rutina, la desidia, el abandono y la falta de proyección, porqué es allí donde sucumben las energías individuales, las capacidades personales y las vocaciones más arraigadas. Transformemos el municipio en un organismo vital, dinámico, eficiente y sin secretos. Con planificación, dedicación y coherencia, construiremos un estado municipal presente, articulador, facilitador, y contenedor para ponerlo al servicio de la comunidad en su conjunto.
Todos lo merecemos y para ello destino mi esfuerzo, mi compromiso y mi trabajo.
ALEJANDRO RAUL LOZANO
CANDIDATO A INTENDENTE
MOVIMIENTO NACIONAL Y POPULAR
Octubre y el reverdecer primaveral, nos darán una nueva oportunidad. Hay que asumir con responsabilidad el signo de nuestro tiempo; tenemos que recuperar para nuestro distrito esa historia de realizaciones y progreso. Restablecer los valores del trabajo y la dignidad. Retomar la senda de nuestros mayores, con decisión y coraje para devolverles a nuestros jóvenes la esperanza de que otro Azul es posible. Como antes, como siempre, con ideas y con esfuerzo. Las posibilidades están latentes, Azul también puede cambiar.
Movilicemos las voluntades, aunemos las intenciones, superemos la mediocridad, para aprovechar las oportunidades que nos brinda el nuevo proyecto de país. Los caminos que trajeron a nuestros mayores no deben seguir llevándose a nuestros jóvenes. Dejemos atrás, las estructuras anquilosadas, los personalismos, las perpetuaciones y los entornos. En la gestión pública no se debe improvisar. Allí no puede haber lugar para aventureros ni seres providenciales. Por el contrario es el lugar donde se pone a prueba la templanza de los hombres con firmes ideales.
Me he formado en los claustros universitarios del país y del exterior, he compartido experiencias con colegas de otras jurisdicciones nacionales y extranjeras, he dedicado mi vida profesional a la gestión pública. Desde muy joven abracé los ideales nacionales, populares y libertarios que encarnaron entre otros San Martín, Yrigoyen y Perón. Comparto el modelo de país que impulsa el Presidente Kirchner y que consolidará Cristina a partir del mes de diciembre. Me sé poseedor de las convicciones, fortalezas y aptitudes para liderar el cambio y la transformación.
Azul nos necesita a todos, para terminar con el burocratismo atrapado por la rutina, la desidia, el abandono y la falta de proyección, porqué es allí donde sucumben las energías individuales, las capacidades personales y las vocaciones más arraigadas. Transformemos el municipio en un organismo vital, dinámico, eficiente y sin secretos. Con planificación, dedicación y coherencia, construiremos un estado municipal presente, articulador, facilitador, y contenedor para ponerlo al servicio de la comunidad en su conjunto.
Todos lo merecemos y para ello destino mi esfuerzo, mi compromiso y mi trabajo.
ALEJANDRO RAUL LOZANO
CANDIDATO A INTENDENTE
MOVIMIENTO NACIONAL Y POPULAR
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