domingo, 8 de julio de 2007

Para muestra basta un botón


Después de un largo suspenso y los resultados electorales en Capital y Tierra del Fuego se develó el misterio y ahora sabemos que la candidata a presidente por el Frente para la Victoria será “pingüina”.

La senadora Kirchner contaba con un amplio apoyo de todos los cuadros del partido y un alto respaldo popular, superado sólo por el del presidente Kirchner.
De esta forma se decidió el anuncio de la candidatura de Cristina. En tanto, los oponentes en la carrera por la presidencia están “contentos” porque ven en la senadora Kirchner una rival más accesible.

Igualmente – y para que nadie se haga muchas ilusiones – Cristina tiene una “intención de voto” (cantidad de personas que la votarían si se presentara) de 46% y supera ampliamente al 28% de los tres candidatos que la siguen sumados (Lavagna 12%, Carrió 11% y López Murphy 5%) según datos del CEOP.

Aunque nadie lo admita abiertamente, los números son contundentes. Y si las elecciones se hicieran hoy podemos decir que no habría ballotage. Igualmente, hasta Octubre los candidatos tendrán la posibilidad de aglutinar el voto opositor dividido en más de tres candidatos.

A nivel local, los sondeos han sido bastante preocupantes para quienes desean instalar la figura del cardiólogo radical Edgardo Capelli como referente del kirchnerismo.

En un primer momento se realizó en el distrito una encuesta – de método poco científico – en la que se preguntaba sólo por dos candidatos: Duclós o Capelli, excluyendo la posibilidad de responder “otros”.

Esta pregunta, formulada en forma desacertada, generó una respuesta errada. Por lo tanto, el resultado de esa encuesta brindó un diagnóstico equivocado (pudo haber dado “Duclós”, ¿qué hubiesen hecho en ese caso?) con el que se decidió lanzar la candidatura del Dr. radical.

Las primeras consecuencias no tardaron en verse. El primer impacto fue la negativa de vastos sectores del kirchnerismo militante (principalmente el “Movimiento Nacional y Popular” y el “Movimiento Evita”) en acompañar la candidatura. Esto se evidenció – y se sigue evidenciando – en las constantes marchas y contramarchas de los mentores políticos del cardiólogo para reunirlo con la militancia que nunca aparece por la “casa amarilla” del Frente en Azul.

Por otro lado, el Movimiento Nacional y Popular había anunciado con anterioridad la candidatura de Alejandro Lozano como representante del kirchnerismo local. Esta agrupación kirchnerista se reúne todos los viernes en la “Casa de la Victoria”, arma periódicamente actividades con el Centro de Estudios “Arturo Jauretche” y convocó una nutrida columna para darle la bienvenida a la pareja presidencial en el acto de SaFa.

¡La prensa local está de parabienes!, después de la visita presidencial han tenido que dar cobertura a una nueva realidad política en Azul. Los diarios de la ciudad se esmeraron en publicar fotos que no mostraran la concurrencia y en las columnas periodísticas se ocuparon de remarcar el “escaso interés de la población en la visita presidencial”. Desde Jóvenes Cacharienses mostramos estas fotos que son prueba de la importante movilización que los medios azuleños se empeñaron en "no mostrar" (para no decir ocultar).

Pero la realidad política es otra: el peronismo azuleño no pudo tapar con un dedo el sol. La única agrupación que dio muestras de capacidad movilizadora fue el lozanismo y las demás vertientes solo pudieron manifestarse a través de pequeñas columnas en los diarios.
En un sondeo realizado esta semana entre 600 lectores de la revista electrónica “infoazuldiario”, el candidato Lozano rozaba el 43% de los sufragios mientras que el cardiólogo sólo llegaba al 5%. Esto quiere decir que de las personas que participaron en el sondeo se manifestó en un 43% a favor de Lozano, pero para muestras basta un botón.

Si alguien se equivocó en analizar estratégicamente la realidad local y derivado de ese análisis hizo una elección política equivocada, debe hacer una autocrítica. Perón decía que “en política no hay que enojarse, hay que saber aceptar los errores”, porque uno no persigue el intereses individual sino un interés colectivo.

Por lo tanto, es hora que se deje de lado el encono personal de quienes impulsan a Capelli y se incorporen al proyecto colectivo del kirchnerismo local.

Por Lic. Mauro Burraco (Politólogo-UBA)

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