lunes, 17 de enero de 2011

Dedicado a la lectura veraniega de "Anónimo"

Si hay algo que los "anónimos" que comentan en este blog suelen tener es una supina ignorancia. Leer el libro "el dueño" de Luis Majul y creer lo que se dice ahí es de tan poca monta que da gracia pensar que después de haberse gastado $80 (?) pueda repetirse algunas de las cosas que ahí se dicen, como si fueran verdad.

No es que creamos que Majul sea un mal periodista de investigación, sino que cualquiera que se tome el trabajo de leerlo minimamente, no podrá encontrar ninguna afirmación que Luismi se anime a hacer a riesgo de tener que probarla en un juicio.

Todo lo que el gran periodista afirma es que "fuentes cercanas le comentaron" y nada más. Con solo leer las primeras tres páginas ya podes darte cuenta que las "horas de investigación" que puso en el libro, las tira por la borda con los potenciales incomprobables de sus afirmaciones.

Que se yo. Puede heber algunos libros interesantes del antikirchnerismo, pero este libro de Majul (el mismo que escribió la biografía autorizada de Carrio "La Elegida) no es el caso. Digamos que quedará en los anales de la literatura aburrida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que ser nabo para leer a Majul ¡Y creérselo! Este país da para todo la verdad.

Malón dijo...

Caño maestro (a) Luís Majul, mozo despierto; o cómo o para qué escribe nadie lo sabe.

Tiene la confusión y la crueldad de las cosmogonías bárbaras y mucho de su ineptitud es gigantesca.

¡Fatal e interesante idiosincrasia del homme del lettres!.

Vertiginosa y torpe.

Las pocas luces de la época, le ha dado esa experiencia que es tal vez la más alta enseñanza de su obra.

Reconozcamos, sin embargo, que este plumífero socrático es no leíble.

La degradación en el argumento y de los personajes, reforzada por las acciones que realizan; todas ellas hechas de cobardía, de traición, de servidumbre, de engaño, de doblez, da a entender lo que se siente, se piensa o se intenta escribir.

Tal vez, crea que con la rotunda validez de su demostraciones; con una carcajada contagiosa; reitera, persuasivo y tenaz; que escribe un libro.

Modestamente, sepa usted disculpar mi ignorancia, pero ¿quién escribió el prólogo?, ¿un suicida?.


Malón