Lafosse es el secretario de gobierno de la municipalidad de Azul, algo así como el Anibal F. de Duclós. Es quien debe poner la cara en los peores momentos y ha cumplido muy bien su rol de ladero del Intendente en los momentos más complicados de la gestión.
Como muchos de ustedes sabrán, en la municipalidad de Azul existe un grave conflicto con el tema recolección de residuos domiciliarios, y a pesar que el problema se solucionó "temporalmente" por la llegada de fondos gestionados por la provincia, el conflicto central está muy lejos de lograr la solución.
¿Por qué?. Hay causas que están fuera del control del Intendente y el excesivo costo que tiene mantener el contrato con una empresa como Malvinas para la municipalidad de Azul. Hay un juego de 'suma cero', porque si el Intendente decide municipalizar el servicio (la única opción que contendría de alguna forma a los trabajadores) deberá enfrentarse con un paro de camioneros en Azul y que después será ramificado por toda la provincia.
Quedó demostrado que el poder de Pablo Moyano y el sindicato de Camioneros no es un poder mediático (como el de la "mesa de enlace" que desaparece cuando Clarin le pasa algo más importante).
Se sabe que este blog es opositor a la gestión Duclós, pero en esta ocasión queremos mostrar que deben buscarse soluciones alternativas al conflicto. Si no se hace de esta forma es inevitable un choque que pone en peligro la capacidad de respuesta municipal contra una estructura que la supera como es el poderoso sindicato de Moyano.
Esto debe resolverse dando un salto hacia arriba, porque está claro que por más que un fin de semana el intendente y sus funcionarios hallan "derrotado" a la basura (literalmente), la generación de residuos es continua, su acumulación es geométrica y en pocos días se vuelve un problema serio para la salud pública.
La alternativa que desde aquí le proponemos al Intendente Duclós es que utilice esta crisis como oportunidad para replantearse todo el sistema de recolección. Por ejemplo tendría que empezar a plantear la sustentabilidad de la estructura, y analizar la viabilidad de un sistema moderno de reciclado de residuos. Pensar en esto es realmente tener una visión de estado, con una política ambiental del siglo XXI, que podría utilizar experiencias bastante exitosas de ciudades vecinas o localidades como Cacharí.
Más allá de los ajustes, la planificación y - no menos importante - los fondos, podrían ser el señor Intendente y su secretario de gobierno quienes dieran inicio a una verdadera política de estado con una solución integral a un problema que ya es estructural de la ciudad de Azul.
Pero para ello será fundamental que los derechos de los trabajadores, y su dignidad sea respetada. Una medida que parece acertada en un primer momento (salir a juntar la basura escoltado por patrulleros) puede no ser lo correcto, ya que los funcionarios fueron elegidos por la ciudadanía para enfrentar y solucionar los problemas y no para evitarlos.
(No son Homero y sus muchachos, pero se le parecen...)
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