martes, 19 de octubre de 2010

LA PESTE NEGRA!


No hablamos de la Europa Medieval!, hablamos de la Buenos Aires de 2010.
Un dirigente que quiere ser presidente en 2011 no puede superar tres días sin recolección de los residuos urbanos.
En menos de 48hs la ciudad pasó de ser la "más europea de las capitales" a un basurero a cielo abierto y puso en evidencia la vulnerabilidad del gobierno porteño para dominar cualquier tipo de crisis.
Ahora están fumigando bolsas, barriendo de aqui para allá los papeles, y "acondicionando lugares para depositar la basura". Imagínenese que ya están rezando para que no haga calor o llueva; digno de una actitud medieval.
Las catedrales deberán hacer bien su trabajo para que Dios escuche y no mande la plaga... que predican desde los canales de noticias.
Buenos Aires parece haber retrocedido a tiempos medievales o - más cercanos para nosotros - los tiempos de la Fiebre Amarilla.
En los barrios más alejados (como Villa Urquiza) todavía hay orden y la gente deposita sus bolsas en coquetos contenedores en las esquinas. No olvidemos que durante la peste en el Siglo XIX, los porteños se mudaron a las quintas en las afueras (hoy Belgrano, Nuñez, Urquiza, etc) porque prefirieron irse antes de limpiar su mugre. Si esto sigue unos dias, los veremos migrar en masa por la Panamericana!.
Finalmente, si nos dejamos llevar por los dichos de los funcionarios macristas estamos frente a una calamidad. Los responsables de la peste negra son "los camioneros o alguien del oscuro sindicalista del conurbano".
Vamos muchachos... háganse cargo que la ciudada es un chiquero y que no pueden solucionarlo. ¡¿Cuánto faltará para que Macri PROponga la quema!?.


(Foto tomada hoy por la Mañana en el microcentro: Perón y 25 de Mayo)

1 comentario:

Malón dijo...

Se me perdió la fecha.

Meses pasados Mauricio Macri, me vino a consultar.

Tiene grandes proyectos.

El quiere levantar un puesto de verduras en la feria franca.

Pero el asunto le falla por la base.

Está carente de capital.

Tal vez pueda aportar su manito –sugirió-, agachándose, contrayéndose todo y sonriendo.

Aunque sea de pintura, o para pintura. -agregó- .

El dijo después, que, en ese momento sentía como si se le fuera encima toda la Ciudad de Buenos Aires, semejante al peso del edificio de las Aguas Argentinas, que trajeron en barco de Inglaterra.

Malón