Las lecturas políticas deben realizarse despojadas de dramatismo, sin visos de tragedia, equidistantes de la euforia y el resentimiento. Como fuerza política, el Movimiento Nacional y Popular, nació y creció como expresión de la militancia social y política del peronismo y sus dirigencias intermedias, sustentados en nuestra práctica cotidiana y en nuestra experiencia histórica, cerca de la gente que ha legitimado con su presencia, nuestra representación.
Sabíamos desde un principio a qué nos exponíamos, cuando asumimos cierto grado de autonomía de las estructuras y el poder institucional; y lo hicimos a sabiendas que, más allá de la coyuntura electoral, era necesario demostrar que se podía generar un núcleo de actividad política, permanente y genuino, que se podía construir, y finalmente ofrecer una alternativa legitimada por su nivel de adhesión en el final de ese camino, respetando la voluntad del conjunto de la fuerza. Ahora bien, nuestro trabajo, nuestro compromiso y el esfuerzo de nuestra gente, no estuvo destinado a dirimir una interna abierta del peronismo en una elección general, ni hacer trastabillar a la dirigencia seccional, ni a menguar las escasas chances del peronismo para recuperar la intendencia de Azul. Nuestro objetivo central fue, es y seguirá siendo, cambiar el modelo de ciudad, la forma de gestionar los recursos públicos y el nivel de compromiso de la autoridad política local en los problemas que aquejan a los vecinos independientemente de la jurisdicción de origen.
Nos sentimos plenamente identificados con el proyecto Nacional y Popular que encarna el presidente Nestor Kirchner, que seguramente profundizará Cristina a partir del 10 de diciembre, de modo tal que nunca evaluamos la posibilidad de competir fuera del espacio del Frente para la Victoria, así que, agotadas las posibilidades de diálogo a nivel distrital, en función del grado de acuerdos seccionales alcanzados para la sección y para Azul (por los referentes seccionales, provinciales y nacionales), lo nuestro fue una opción, que solo el tiempo y la voluntad popular expresada en la urnas podrán evaluar.
El cierre de listas, de todas maneras, pone en evidencia algunos hechos incontrastables, y objetivos:
- No quedan actores políticos de relevancia del pasado contemporáneo, con candidaturas firmes en el espacio del peronismo.
- Lo supuestamente "nuevo", más que novedoso es ajeno y no reconocido como propio, por la inmensa mayoría del peronismo y el kirchnerismo azuleño.
- Independientemente del resultado, se ha vaciado de contenido ideológico, político y social a las estructuras y representación del Frente para la Victoria de Azul.
- La incapacidad o imposibilidad de las dirigencias partidarias (PJ-PV) para incidir en los armados locales, explicada en su falta de legitimidad, más allá de los escasos visos de legalidad que revistan.
- El erróneo análisis político de la dirigencia seccional, que condena al FPV de Azul a una lucha desigual (fortaleciendo las chances del adversario seccional), contra un Intendente que goza de una alta ponderación social, y que lleva acompañándolo en su misma boleta, a dos azuleños, uno como primer candidato a Diputado Provincial y otro como primer Candidato a Diputado Nacional.
- En contraposición, observamos el comportamiento de dirigentes locales que, revistiendo poder institucional, por omisión o intención manifiesta, no lograron un lugar para Azul entre los cargos seccionales en disputa.*La pérdida de peso específico de la dirigencia peronista de la séptima sección: es la única sección que por segunda elección consecutiva es encabezada por un dirigente de extracción radical.Se debilitan seriamente las posibilidades de ganar en Azul sí, desde el espacio del peronismo-kirchnerismo, se excluye a los peronistas, en una suerte de neovandorismo inadmisible, en una actitud vergonzante que ofende la dignidad de los peronistas.Aunque la "ausencia" determinada por la "exclusión animosa" en las lista del Frente para la Victoria de Azul, de la militancia y los referentes sociales del peronismo sea dolorosa y traumática, la transformaremos en "presencia activa" redoblando nuestro esfuerzo, trabajo y compromiso con el proyecto superior que representan Cristina en la Nación y Daniel Scioli en la Provincia.
MNyP, Mesa de conducción: Alejandro Lozano, Pablo Puppio; Rodolfo Rancez; Sergio Cedeño; Elias Zárate; Marcelo Carrizo; Ana Olmos; Oscar Alvarado; Lisandro Ferreira; Omar Seoane, Susana Reales.
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