miércoles, 26 de septiembre de 2007

“La República: de Aristóteles al exitoso Asadito Cívico”(*)

Por Lic. Mauro Burraco**
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Estos días hemos asistido al lanzamiento de la formula de la “Coalición Cívica” (CC) local. Este reagrupamiento de fuerzas provenientes de diferentes partidos de la oposición nacional y provincial han logrado que en Azul el intendente de tendencia radical realizara un acto de trasfuguismo político (acto por el cual una persona que teniendo un cargo público no lo abandona al separarse del partido que lo presentó como candidato) abandonando el centenario partido y presentándose por una fuerza nueva que le dio el espacio de decisión que deseaba.
En una exitosa cena realizada para oficializar la fórmula, asistieron numerosas personas a comer y a escuchar los discursos de los “margaritos” y “lilitos” presentes. La candidata a gobernadora Stolbizer, Adrían Pérez y Duclós entre otros candidatos, hicieron gala del discurso opositor.
Se escuchó mucho que hablaron de “la República” y “recuperar la República” usando ese recurso muy propio de Lilita Carrió. La pregunta a la que intentaré dar una respuesta es ¿qué es la República?.
Los autores clásicos han definido a la República como “la parte soberana de la sociedad que gobiernan para el bien común”. Es decir que sólo una parte, la elegida por el voto popular, es la que gobierna para toda la comunidad. En nuestra Constitución se establece que es a través de la representación que la soberanía popular (Democracia) se ejerce.
Por lo tanto, la República es una de las tantas formas que puede asumir un régimen de gobierno.
La existencia de la República se verifica en la manifiesta división de poderes. La existencia de los tres poderes (Ejecutivo, legislativo y Judicial) independientes entre sí y a su vez balanceados, es sinónimo de República. Es decir que una Corte Suprema de excelencia, un Congreso con diferentes representaciones ideológicas (mayorías y minorías democráticas) y un Poder Ejecutivo que ejerce sus atribuciones constitucionales es el síntoma que la república funciona bien.
Argentina ha pasado por etapas en que la Corte Suprema la formaban personas de dudosa reputación jurídica, en las que el Congreso Nacional funcionaba con mayorías proscriptas y que el Ejecutivo no ejercía sus atribuciones. También sucedió que en épocas de alta representatividad de la sociedad, el Ejecutivo y Legislativo funcionaban como un “tándem” político en el que parecía confundirse sus atribuciones específicas. También hubo largos períodos en que directamente la división de poderes era reemplazada por una “Junta” militar que ejercía la Tiranía.
En nuestros días, hemos salido de la crisis Republicana de 2001. Se han repuesto las atribuciones del Ejecutivo (recuerden lo que pasó con un Presidente que no ejercía sus atribuciones constitucionales), se jerarquizó la Corte Suprema con magistrados de indiscutida reputación y el Congreso tiene representación de las variadas ideologías que cuentan con representatividad suficiente para aspirar a bancas parlamentarias.
Por lo tanto, quienes se proponen como defensores de la “República Moral”, están sosteniendo un discurso claramente elitista, atemporal y contrario a la República.
¿Por qué la moral de Carrió y sus seguidores es más o menos que la de otro ciudadano?. ¿Basados en qué quieren imponer un valor “moral” a la República?
Por lo tanto, quienes sostienen sin ruborizarse que el pueblo y los representantes emanados de éste “son peligrosos” olvidan que la defensa de la República implica: respeto y tolerancia al discenso, a la división de poderes, al voto popular y la ley.
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*Este artículo fue publicado en el semanario cacharienses "El Pasquín amarillo"
**El Autor es Licenciado en Ciencia Política de la UBA.

5 comentarios:

Pablo Carranza dijo...

Estimado Licenciado:

Muy bueno el articulo, es cierto que hay entre la oposicion actores que se presentan como "puros" e "incorruptibles", que quieren mostrarse como paladines de la Republica, posicion elitista y ciertamente arrogante. Pero tambien es cierto, que el actual Parlamento argentino ha entregado funciones que le son propias al Poder Ejecutivo, elemento que debilita la forma de gobierno republicana, dado que el balance de poderes se inclina muy a favor del Poder Ejecutivo. Lo cual es en cierta medida preocupante, ¿de que me sirve un parlamente con representación diversa y multiple, si no pueden ejercer sus propias atribuciones? Hay criticas exageradas de diversos sectores, tambien mucha hipocrecia, pero la transferencia de poderes exclusivamente propios del Poder Legislativo, al Poder Ejecutivo atenta sobre la calidad de nuestra forma de Gobierno, eso hay que reconocerlo, y remediarlo, con la seriedad y la coherencia que merece este delicado tema.

Anónimo dijo...

Muy bueno el nivel del artículo!
De acuerdo con el Señor "pablo".
Yo diría más: aquellos que se presentan como puros e incorruptibles, no tienen nada de eso.
Sin embargo, no por eso van a dejar de mirar la paja en el ojo ajeno. Y ojalá así no lo hagan.
La tendencia a la debilitación del Poder Legislativo en favor del Ejecutivo no es propia de nuestras latitudes, aunque sí es verdad que se ha acentuado en nuestro tiempo, de Menem para acá. Estoy de acuerdo en que reina una gran hipocresía al respecto: el oficialismo de hoy recorta los poderes al Parlamento que mañana, como oposición, reclamará con alma y vida.
De todas maneras, si me permite "pablo", le voy a contestar de qué sirve, al menos, la representación diversa y múltiple en el Parlamento. Desde mi humilde opinión, sirve para que esa diversidad sea la voz de alarma ante el traspaso indiscriminado de sus facultades. Es un tema extenso y que tiene sus matices. Pero digamos que si esta tendencia sigue en alza, pronto tendremos que idear una palabra para designar a nuestros sistemas de gobierno: a este paso lo de "República" va a ser sólo una etiqueta romántica.

Pablo Carranza dijo...

Estimados:

Concuerdo con el Sr. Guzmán, y deseo aclarar lo siguiente: la pregunta en mi comentario anterior "¿de que me sirve un parlamento con representación diversa y multiple, si no pueden ejercer sus propias atribuciones?" apuntaba, ironicamente, a que considerar que con el solo hecho de tener un Parlamento con esa representación "diversa", implica que "hay Republica" es una falacia y una ingenuidad. Es un requisito necesario la representación de las minorias en el Parlamento, pero no el unico. Personalmente, considero que cuanto mas accesibles sean las bancas (sea bajando el piso de votos necesarios u otros mecanismos) mejor, un Parlamento más nutrido y con una representacion amplia de las minorias electorales mejora directamente la calidad institucional y de la democracia.

Anónimo dijo...

Muy interesante el artículo!. Lo leí en el pasquin y es muy interesante leerlo nuevamente acá y comentado.
Estos comentaristas me parece que no ven lo bueno de nada, o parece que ahora que por fin hay un buen presidente y que se va sin querer que lo reelijan, eso quiere mostrarse como que es "autoritario" o un "dictador".
No hubo nunca un presidente que llegara con tanta popularidad al final de su mandato y se retire a su casa (rosada?).
Si la futura presidenta llega a ser cristina (espero que si) tendrá que ganar en las urnas con los votos de la gente y tendra que continuar con un gobierno más o menos parecido al de Kirchner.
Ni Carrió, ni ninguno que se diga "republicano" me inspira la menor confianza.
Creo que los diputados sirven, si las leyes que votan sirven al pueblo, sino no sirven.
Un saludo grande a los jóvenes Cacharienses y felicitaciones por la discución.

Anónimo dijo...

Estimados lectores:
Muchas gracias por sus comentarios sobre este artículo.
Como sabrán este artículo busca despertar el debate en la población cachariense en particular, y el resto del mundo (que arrogancia!) en general.
A veces, una pequeña columna en el semanario cachariense "el pasquín amarillo" es muy breve para dejar claras muchas ideas, pero mi objetivo era poner en el tapete la discución sobre la "REPÚBLICA".
En nuestro pago chico, muchos se suman al discurso, sin poner a analizar que están diciendo y es más... hasta los que critican lo hacen sin saber mucho de los temas.
Eso se ve en la prensa local y nacional, en la que se impone un discurso y se repite sin analizar las cosas que se dicen.
Si he despertado el debate "sano", he logrado mi objetivo.
Muchas gracias por sus palabras.