CRISTINA: "hemos visto derramar ríos de leche en una Argentina con hambre"

Ayer, la Presidenta de la Nación, Compañera Cristina Fernández, lanzo el "Fondo de redistribución social" para la construcción de Hospitales, viviendas populares urbanas y rurales y caminos rurales.

En un Salón Blanco colmado, la Presidenta dio un mensaje al país por la cadena nacional de Radio-difusión, para que todos fueramos testigos de lo que se estaba anunciando. Los fondos del programa se obtendrán de la diferencia de fondos originadas en lo que sobre de los 35% de retenciones móviles que se aplican a la soja y otros granos, que cuentan con excelente rentabilidad por los precios internacionales.

("A fuego lento", los dirigentes rurales quedaron descolocados ante la propuesta del gobierno)

Desde el comienzo del discurso, la presidenta dejó en clara que la posición del gobierno es no retrotraer los actos de gobierno basados en las "atribuciones legítimas que confiere la Constitución".

Según la mandataria el aumento de retenciones móviles a la soja tuvo dos finalidades: "la primera y principal, la seguridad alimentaria, la soberanía alimentaria en la mesa de todos los argentinos". La segunda "es la redistribución del ingreso, de aquellos sectores que mayor rentabilidad tiene por distintas circunstancias (...) en principio por las condiciones macro económicas de este propio modelo que hemos diseñado los argentinos, (...) con un tipo de cambio competitivo (...) nuestras tarifas de servicio y combustibles desacopladas". Y cuando se refirió directamente al campo, sostuvo que "es un sector que, carente de riesgo, sin necesidad de capital intensivo, con poca ocupación de mano de obra se transforma en uno de los más rentables".

(Presente!: en el Salón Blanco se anunció el Fondo de redistribución Social financiado con el excedente de las retenciones).

Cristina explicó brevemente que la soja es un "producto que se exporta casi el 95 por ciento" porque "los argentinos no comemos soja". Por el contrario "de cada 10 litros de leche, solamente podemos exportar 1 y medio; y de cada 10 kilos de carne solamente podemos exportar 2 kilos. Es que los argentinos, toman leche, comen carne, comen pan y ahora pueden hacerlo más, inclusive, porque muchos han conseguido trabajo y todos han mejorado su salario, con lo cual el consumo ha crecido".

Posteriormente hizo un repaso de los últimos tres meses y manifestó que "vimos cortar rutas, decidir por parte de un sector quién pasaba y quién no; derramar ríos de leche, en una Argentina donde todavía hace falta mucho alimento para muchos argentinos que no pueden acceder y enfrentamientos".

Luego hizo una autocrítica desde el gobierno y sostuvo "el error que cometió el Gobierno, tal vez, haya sido la ingenuidad política de no advertir que tocar una parte de la renta extraordinaria de un sector para redistribuir mejor el ingreso". Y agregó que faltó "una mayor comunicación" para llevar adelante la "distribución del ingreso" pese a que "ha sido revalidada en las urnas".

Luego interrogó a la sociedad y elípticamente a la dirigencia de todos los sectores, sobre si todos querían realmente "abordar el problema de la pobreza", porque "el problema de la pobreza sin redistribución del ingreso y sin tocar rentas extraordinarias es imposible", afirmó despertando el aplauso de los presentes.

Afirmó que el conflicto con los ruralistas no era una crisis sino "la reacción de un sector". Manifestó que en estos días "el consumo, las exportaciones, las ventas y el consumo popular siguen creciendo" lo que implica que millones de Argentinos "mejoran su calidad de vida".

Sobre las protestas piqueteras por las retenciones, sostuvo que alejados de la "bulla mediática" los beneficiados por las políticas de incentivos del gobierno hoy "se niegan a contribuir en la redistribución del ingreso para los que menos tienen".

Sobre la decisión tomada, afirmó que el Poder Ejecutivo "no es una parte, debe gobernar para todos los argentinos y cuando toma decisiones lo hace en beneficio de todos los argentinos" y concluyó que "no podemos confundir las cosas".

En obvia alusión a la oposición política que se ha colgado del conflicto enfatizó que "desacreditar un ejercicio constitucional atenta contra la calidad democrática de un país". Y continuó fustigando "he escuchado discursos acerca de voracidad fiscal, acerca de que no se daba participación a las provincias" y dejó en claro que "he decidido crear este Programa de Redistribución Social (...) que como mínimo va a llevar la construcción de 30 hospitales y 300 centros de asistencia primaria a la salud en distintas partes del país".

Sobre el financiamiento fue fundamental la aclaración ya que destruyó los argumentos de las entidades cuando afirmó que los fondos se originarán de "la diferencia de puntos existentes entre esa retención de 35 puntos, vigente al 10 de marzo, y lo que pueda crecer". De un plumazo terminó con las especulaciones y argumentos de la oposición sobre que el Estado desea recaudar para la "caja" y afirmó que "el Estado quiere cerrar la cuenta social de todos los argentinos" y la ovación en el Salón Blanco hizo estremecer a los presentes.

Sobre el tan mencionado gesto de estadista que los opositores hablaban, la Presidenta afirmó - irónicamente - que podía decirles a "los sectores que más rentabilidad han tenido", que "cortaron caminos, hicieron lock out patronal, no permitieron que otros argentinos trabajen y encarecieron productos" que "todo está bien" y "quédense con todo y vamos a ver qué hacemos el resto de los argentinos". Y, en clara alusión a la claudicación de Alfonsín en "Semana Santa" arremetió diciendo que no podría decirles a los argentinos "el Gobierno y el campo están en orden. Feliz día de la Bandera". Y después de ser lapidaria con el ex-presidente dijo que "creo que como Presidenta de la República debo gobernar con mucha responsabilidad institucional y social, teniendo en cuenta las urgencias de los que más necesitan para poder hacer sustentable una sociedad".

Ratificó que el gobierno "cree en una Argentina federal, en serio" donde "la redistribución del ingreso tenga una categoría social y también equidad territorial y geográfica".
Habló sobre la exportación de carnes y afirmó que se logró "blanquear a través de la ONCCA grandes cantidades de trigos que no figuraban en los registros, y que cuando dijimos que entonces no se podía exportar, aparecieron en los registros" y prometió que en poco tiempo "vamos a poder regularizar también la cuestión del trigo".

La compañera Presidenta dijo que hay "una Argentina que sigue en marcha, una Argentina que quiere trabajar y seguir progresando" a pesar que "algunos quieren imponer" sus condiciones.
Y, a pesar que el gobierno ya dio por terminado el conflicto, convocó "a todos, nadie puede estar ausente" de la construcción de la Argentina en marcha porque "mientas haya un pobre en la Patria no habrá victoria definitiva para ningún argentino".
Luego pidió perdón "si alguien se sintió ofendido por una palabra que yo haya dicho o por un gesto" dando un gesto a quienes criticaron y pidieron gestos desde la Casa Rosada.

Y terminó su mensaje al pueblo Argentino convocando "a todos los argentinos , a comprometernos más allá de la palabras, más allá de los discursos, al combate contra la pobreza, por la distribución del ingreso y por una Argentina que trabaje más y produzca mejor".

Ahora veremos cual es la actitud de los sediciosos frente a una contundente acción de gobierno.