domingo, 8 de junio de 2008

"LA HISTORIA SE REPITE, como tragedia o como comedia"

Mediodía del 25 de mayo; una muchedumbre homogénea compuesta por “verdaderos ciudadanos” se daba cita alrededor del Monumento a la Bandera. Rosario “corazón de la pampa gringa” se había convertido en una suerte de Meca, a la que concurrían centenares, miles y centenares de miles de propietarios de la tierra, productores y hasta sensibilizados hombres de la ciudad, solidarios con los “justos reclamos” de los hombres de tierra adentro.
Los representantes de las cuatro entidades agropecuarias estaban exultantes por el éxito de la convocatoria, el “campo se les hacia orégano”, envalentonados, empezaron desde arriba del escenario una “autentica carrera”, con el objeto de demostrar quién era el mas duro, recio y guapo, para “enfrentar a la tiranía”.
Alfredo de Angeli fue el primero en mostrar la hilacha “se van a arrepentir”, amenazaba enfervorizado, a Legisladores, Gobernadores y hasta el mismo Poder Ejecutivo Nacional, Luciano Miguens apenas pudo balbucear ¨qué los unían los mismos intereses¨, después advertimos que Mario Llambias se había convertido súbitamente en peronista desafinado clamando “por una patria libre, justa y soberana” y finalmente Eduardo Buzzi, quien nos despertó del ensueño esperanzador del último lustro, para él, el país no creció al 9 % anual, ni se desendeudó, ni se bajaron los indicadores de pobreza y exclusión, porque en realidad “los Kirchner, son un obstáculo para el crecimiento”, se sinceró en el remate final “a ganar, a ganar, a ganar” (¿Poder?, ¿Plata?).
La oposición política desparramó toda su voluntad en un “corralito” que les dispensaron debajo del escenario, para que no pareciera un acto político y menos de la oposición. Por la noche igualmente, sus exponentes, recorrieron todos los programas para explicar que por fin en Argentina hubo una manifestación por la “dignidad”.
Estaban “embriagados”, habían generado la primera propuesta opositora masiva al gobierno desde el 2003. Esperaban con manifiesta fruición la reunión del día lunes 26, según su evaluación, el gobierno agobiado y asustado por la multitud reunida el domingo, iba a ceder a sus pretensiones sectoriales.
Se equivocaron, no los recibieron, porqué aún así, no tienen entidad para presionar a un Gobierno legítimo, elegido recientemente por una abrumadora mayoría popular.
De la euforia, al desconcierto y la frustración en solo 24 horas. Los “Cuatro Presidentes” advirtieron en ese mismo momento, que el 25 de mayo alcanzaron la cima y figurativamente después de la cima, lo saben bien, están los abismos o las prolongadas mesetas del descenso. Eran patéticas las destempladas imágenes televisivas al anochecer del día después. Ya no buscan “ganar”, ahora buscan “empatar” y es en este punto, espinoso de por cierto, donde quiero detenerme, porqué aquí sí, al sector que representan “la historia lo condena”
Durante más de un siglo, en este país, la táctica de los sectores del poder económico, fue promover el desencanto para que gane la impaciencia, con esa concepción generaban el clima de época para impulsar golpes de estado o debilitar a los gobiernos populares.
El acertijo, fácil de descifrar por cierto, es develar quienes promovieron y promueven los aparentes justificados desencantos y las incipientes inocuas impaciencias.
Durante las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, el poder militar había corporizado con los poseedores de la tierra. Se sentían tan propiamente la patria, que eran como sus propietarios y dispusieron de ella como tal, hipotecándola o vendiéndola en forma descarada,
Pero llego un día en que el sustrato de la tierra se sublevó, y Argentina comenzó a transitar no solo sus años más felices, sino los más dignos como nación independiente y soberana. Los sectores populares no solo habían comenzado a jugar la partida, la estaban ganando.
Los poderosos esperaron agazapados, hasta que los supuestos “errores” del gobierno popular les otorgaran algún consenso, para volver a corporizarse en “la patria misma” y derrocar al gobierno nacional y popular del Gral. Perón.
Querían empatar, “ni vencedores ni vencidos” dijo el General triunfante que encabezó el golpe en septiembre de 1955. Menos mal! Dieciocho años de proscripción, exilios, cárcel, fusilamientos (mañana se cumplen 52 años de una de las páginas más luctuosas de nuestra existencia, cuando decenas de civiles y militares fueron fusilados, sin juicio previo, por querer restablecer el imperio de la constitución y la ley). Querían ganar! arrasaron entonces con los derechos y beneficios que habían alcanzado los desposeídos de siempre. Quisieron desterrar de la memoria colectiva al peronismo, pero no pudieron. Así sus futuros ilegítimos gobiernos se llenaron de los propietarios de la tierra y sus exegetas, entre ellos, siempre se mantuvo, el periodista que predica en latín y que nunca pudo justificar ética ni etimológicamente el concepto de Golpe.
A principios de los 70, renació la esperanza y el avance del campo nacional y popular se hizo evidente. Esta vez tardaron menos en “generar los consensos”, para que la coalición cívico-militar-terrateniente usurpara la voluntad popular. Otra vez querían empatar; 30.000 desaparecidos, miles de asesinados, presos y exiliados. Por si quedara alguna duda, que en realidad querían ganar, colocaron en el podio de las decisiones económicas –al fin y al cabo su objetivo principal- a Don José Alfredo Martínez de Hoz, descendiente de las prosapias fundadoras de la Sociedad Rural Argentina.
Todo es bastante reciente no hace falta historiar, basta solo con recordar.
Principios del siglo XXI, y otra vez mal que les pese, el Peronismo, normaliza el país, lo reorganiza económicamente y cuando llega la hora de redistribuir las riquezas, aparecen los supuestos “errores” que generan la resistencia de los que mas tienen y convocan a un amplio espectro de”EX”, ex procesistas, ex maoístas, ex funcionarios, ex candidatos, ex legisladores, ex presidentes, expartidarios (ya no tienen ni partido), exonerados y exponentes de toda calaña. La iniciativa política de la etapa Nacional y Popular que comenzamos en el 2003 los convirtió en”EX”, hoy no los une el amor (no lo tienen por nada, ni por nadie) los une el espanto de tener que resignar al menos algo, de sus mayúsculas ganancias
En síntesis, cada vez que hay hegemonía del proyecto Nacional y Popular, el proyecto de las minorías, liberales, conservadoras, o sus múltiples y espurias alianzas, se bate en retirada, entonces buscan el empate. Porque del empate se puede pasar a la hegemonía del verdadero y auténticamente nacional “campo generador de riquezas”
Aunque sea ”políticamente incorrecto” expresarlo, mas allá del cansancio, del hastío, de la fatiga y hasta la confusión generalizada, el gobierno deberá resistir las presiones corporativas y sectoriales, y la militancia preparase para defender los avances conseguidos, independientemente de la posición especulativa de muchos de sus dirigentes, porque está visto no se conforman con el empate, lo necesitan para pasar a la ofensiva, utilizando esta vez a los pequeños y medianos productores como fuerza de choque de la OLIGARQUIA, QUE EXISTIÓ, EXISTE Y SEGUIRÁ EXISTIENDO (independientemente de la forma que adopte, terrateniente, industrial, financiera, comunicacional, puras o combinadas), porque siempre vuelve por la HEGEMONIA DEL PODER, que al fin y al cabo es la esencia de su ser.

Azul. 8 de junio de 2008
ALEJANDRO RAUL LOZANO
MOVIMIENTO NACIONAL Y POPULAR

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Alejandro Lozano tiene en claro el momento histórico que vive el país.
No permitamos que los oportunistas se infiltren en el movimiento nacional.

AABC

Anónimo dijo...

Es importante que hoy queden al descubierto quienes no quieren salirse de las rutas.
Yo creo que no quieren reclamar por las retenciones sino sacar a la presidenta y eso no lo tenemos que permitir.
Si en Cachari vimos quienes estabam en el piquete, sabemos como piensan y nunca hicieron nada por el pueblo.

Anónimo dijo...

Excelente artículo! Tenemos en el compañero Alejandro alguien que representa nuestro pensamiento.Adelante!!!

Anónimo dijo...

Buen articulo! No hay cuestiones puntuales, ni sectoriales que justifiquen el lock out estanciero. Estan discutiendo el modelo de pais. Las contadicciones son las mismas de siempre. Pueblo o antipueblo, patria o colonia. Unidad de los de abajo y que aparezcan la Senadora Urruti, Capelli y Kollman