El debate, las carpas y el arañazo

Por Fuera

El cuarto día de discusión en el parlamento Nacional sobre el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo.
Por la mañana apareció "la pingüina Cristina" con sus ocho metros de altura. Este inflable forma parte de la "artillería" de la Juventud Peronista para mostrar el respaldo al gobierno nacional y a su política de redistribución de la riqueza.
Desde el medio día, frente a las carpas "K" había una agitada actividad. Fueron visitadas por una jueza que controló que todo "estuviera en orden". Después de la inspección se retiró.
La gente que se acercaba a manifestar su apoyo al gobierno y sus políticas encontró la posibilidad de un improvisado debate callejero con gente del "campo" que defendía la posición de las entidades.
Allí, frente al palacio legislativo, se pudieron escuchar los argumentos de todos con respeto.

Por ejemplo, un productor de Villa María (Córdoba) dialogó con la gente frente las carpas de la JP. Todos los que estaban en la "ronda" se escuchaban, planteaban sus posiciones y hasta llegaron a ponerse de acuerdo en algunos temas.
"El papel desastroso de la gorda (Elisa) Carrió", que "no puede igualarse a Miguens con un pequeño productor de Santiago del Estero" y finalmente que "los piquetes jodieron a la gente pobre" fueron tres de los puntos de coincidencia entre los ciudadanos en la calle.

También todos los sectores coincidían en la importancia de no usar la violencia para manifestar las ideas y pedirle a los dirigentes ruralistas que controlen a su gente para que no hagan "lio".

Pero no todas fueron coincidencias. Un productor de Santa Fé decía que "el gobierno le robaba", pero un muchacho de Buenos Aires le respondió que "todos tienen que poner su parte que para que el país salga adelante".

Por dentro, los sin rostro.

Dentro del anexo del Congreso se desarrolló la cuarta jornada de testimonios. Allí se hicieron presentes las asociaciones campesinas, los miembros de la ONCCA, el Secretario de Agricultura y la CGT entre otros invitados para exponer sus puntos de vista.

Los representantes campesinos agradecieron poder "expresarse libremente frente a los diputados" en el Congreso de la Nación. Así se pudieron escuchar discursos bastante duros contra las entidades, el corte de rutas y el lock-out patronal. Al mismo tiempo, fue enérgico el respaldo a las políticas económicas y sociales del gobierno encabezado por Cristina Kirchner.
Un ingeniero agrónomo perteneciente a los grupos campesinos pidió "un modelo de producción de alimentos y no de producción de forraje". "Tenemos la gran posibilidad de generar un modelo justo de producción y distribución", sostuvo. Agregó esperanzado que "tenemos los recursos, la tecnología y el capital humano dispuesto".
Una representante campesina de Jujuy pidió que se aprueben las retenciones porque eso "es lograr nuestros sueños y anhelos". Afirmó que "cuando no queden ríos, mueran los árboles y los peces; los hombres comprendran que no comen dinero". Estos grupos de la Puna hicieron énfasis en que "hay que cuidar a la Paccha mama, plantando nuestra bandera y demostrando que hay otra cara del campo: somos nosotros".
Otro campesino llamado Ariel Mendez afirmó "somos la producción invisible que hemos venido a trasmitir nuestro parecer. Nosotros producimos con nuestras manos y con nuestra tierra". Fue unánime el planteo campesino al defender las retenciones y dijo que "todos necesitamos educción, caminos y salud".
Un productor de habas de Salta manifestó que el sistema sojero "arrincona a los pequeños, y desplaza a los campesinos que producen en armonía con la tierra". Luego - con la simpleza del hombre del norte - hizo una analogía con un puchero: "si queremos la soberanía alimentaria y queremos ponerle carne a ese puchero no queda más que apoyar las retenciones" y concluyó "con la soja, solo aguamos el puchero".

Por último, otra representante de Jujuy recordó que "los campesinos no estamos representados por ninguna entidad porque son cómplices a violaciones de los DDHH, han utilizado métodos ilegales y criminales para expulsarnos de nuestra tierra para contaminar y terminar con la biodiversidad"(Ver Foto). Por eso "condenamos a los medios por no mostrar todas las realidades del campo", concluyó.

Luego tomaron la palabra representantes de la mesa nacional de lecheria.
Argumentaron que el sector lechero tiene un producto volátil al que el sector industrial es el que le fija el precio. Recordaron que en marzo de 2002 fue la mayor crisis de la lecheria argentina y recien ahí se pudo normalizar las reglas para el sector.
Fueron los productores lecheros de Córdoba quienes pidieron públicamente "disculpas por haber tirado la leche a las cunetas". Una afirmación importante, teniendo en cuenta que De Angeli y los dirigentes se empecinaron en desmentir que esto había sucedido.

Los integrantes del sector lácteo sostuvieron que "tenemos que decir que ante la situación que padece la producción primaria, los lecheros pedimos a todos que tengan en cuenta que más del 80% de la leche se consume en el país y necesitamos políticas claras para todo el sector".
También sostuvieron "nosotros generamos gran cantidad de trabajo en blanco, distribución de riqueza, queremos que el estado regule que la distribución de la renta lechera no se concentre en las usinas lácteas".
Luego las intervenciones se pusieron más crudas; "¿ustedes creen que no hacemos leche porque somos estúpidos?, no hacemos porque la actividad no es rentable".
Finalizaron la exposición diciendo que apoyan "la política productiva y distributiva del gobierno nacional, pero hay que equilibrar entre todas las partes. Debemos buscar mecanismos que regulen los precios desde el productor hasta el consumidor".

Luego los entes del Estado participaron. El Secretario de Agricultura debió soportar los abucheos de los agricultores exaltados que no pudieron tolerar la contundente argumentación del funcionario en favor de las retenciones móviles. El funcionario aseguró que "las retenciones a las exportaciones y las compensaciones son instrumentos importantes" de la política económica oficial.

También se hicieron presentes los funcionarios del ONCCA que hacía pocas horas había hecho la denuncia a la Federación Agraria por la malversación de las "cartas de porte" y una posible defraudación millonaria al fisco.

El último orador fue el representante de la Confederación General del Trabajo (CGT) que en un breve discurso manifestó su total apoyo a la política del gobierno nacional y destacó que todos los trabajadores colaboran para que el campo tenga rentabilidad.

El día parecía terminar en el Congreso, pero afuera un "resbalón" terminaba con un muchacho de la "carpa verde" herido. El primer rumor que corrió era que el joven había sido "apuñalado", y la dirigente Vilma Ripoll (MST) manifestó frente a las cámaras que "el gobierno había mandado matar a De Angeli". Minutos después, todo quedaba aclarado, pero Ripoll debería ir a su casa a dormir y meditar lo que dijo.

(El representante de la CGT habla a la Comisión)