Nestor... a mi no me lo contaron! (II)

Cristina estaba de blanco. Hermosa. Néstor de traje abierto como siempre.

Tomó la banda presidencial, la besó y se la colocó a Cristina. La miró fijo, tomó el bastón con ambas manos y se lo pasó con fuerza.

El discurso de toma de posesión de Cristina fue brillante y sin leer una sola frase. Detrás suyo observaba Nestor y en un momento ella le preguntó: ¿te vas? y él respondió con los hombros.

A los pocos días ya comenzaron los ataques con lo de Antonini y poco después con la Resolución 125.

Los medios jugaron su batalla, inflaron a un grupo de dirigentes que no querían ceder una parte de lo que este modelo económico les había dado para repartir a los más pobres.

La atacaron despiadadamente a Cristina y Nestor salió en su defensa junto con el pueblo.

Me recuerdo desesperado en Cacharí esa noche del "cacerolazo" en la Capital en que los gorilas salieron a querer copar la plaza. Le gritaba al televisor en casa mientras pedía que alguien recuperara la Plaza del pueblo.

Esa fue la noche en que aparecieron los movimientos sociales a contener la marcha gorila que amenazaba la Casa Rosada. Esa noche en que el pueblo salió a defender a su gobierno del golpe en ciernes.

Recuerdo que con mis viejos decidimos ir para Buenos Aires. Armamos las cosas y al otro día debimos sortear el piquete de los "ruralistas" en las puertas de Cacharí, Las Flores y San Miguel de Monte. En cada "piquete" era una discusión pero llegamos. A mi no me lo contaron. Había que bancar.

Esa nochecita fuimos a la Plaza. No había tiempo para dudar!. Recuerdo esa plaza semivacía que se iba llenando en la que solo podíamos comer garrapiñadas.

Las columnas de pueblo llegaban de todos lados con sus banderas, y cuando se llenó nos quedamos tranquilos. Recuerdo que cansados buscamos la camioneta para volver y mientras regresábamos por Av. Callao en la radio avisaban que Kirchner estaba caminando en la Plaza con el pueblo. Una alegría nos invadió a todos, sabiendo que EL GENERAL estaba con la tropa y no nos iba a abandonar.

En esos difíciles días en mi pueblo, los que se creían los dueños de las vidas de todos, que se habían atrevido a cortar rutas y dejaron sin comida al pueblo atacaron despiadadamente a los que pensábamos diferente.

Presionaron a los medios locales para que mintieran sobre lo que realmente pasaba y le agradezco a "La Bruja" del Pasquin que permitió que la verdad siguiera siendo publicada. Ese gesto militante marca la grandeza del pueblo cuando necesitó conocer la verdad y el rol fundamental de los medios pequeños para romper el cerco infernal de los monopolios capitalinos.

Luego siguieron las concentraciones por esa lucha inicial por la distribución de la riqueza. Hubo muchas y la más impactante fue la última en la que el mismo día que la Sociedad Rural llenamos la Plaza de los dos Congresos.

En esa marcha llegamos en tren y subte. Desde este barrio la mayoría se bajó en Belgrano, pero nosotros seguimos hasta Retiro. Luego al subte y hasta Av. de Mayo.

Alegría, bombos y batucada. Cientos de miles de patriotas apoyando el modelo y marchando en paz para bancar a Nestor y a Cristina.

Recuerdo que en el escenario habló Scioli yfinalizó Kirchner. Luego a esperar la votación.

Esa noche de la traición del infame piojo que tenemos de vice-presidente. TRAIDOR, escupo sobre tu apellido COBOS!.

Esa noche, en la que el mensajito de texto de las 4 de la mañana decía: "COBOS NOS CAGO". Y era verdad. Nos había recontra cagado, pero otra etapa nacía.
Mientras los gordos millonarios descorchaban champagne cara y la izquierda boba lo veía detrás de las vayas que los separaban, Nestor y Cristina preparaban más y más inclusión. El panorama era complicado.

La presidenta tomó la decisión de re-nacionalizar los fondos de los Jubilados y esa lucha fue crucial para encarar el plan de redistribución.

La oposición en el Congreso se opuso. Pero el pueblo volvió a demostrar su valor y defendió el dinero de todos. Luego se incluyeron a 2 millones de nuevos jubilados, a las amas de casa y a los trabajadores en negro.

A pesar que se habían incluido a millones al mundo de trabajo, una crisis económica internacional se veía en el horizonte. Pero Cristina metió pata a fondo y rechazó la idea de enfriar la economía. Eso era para los flojos.

Recuerdo ese Enero del 2009 de Cristina en la Quinta de Olivos anunciando calefones y heladeras para "canje". También se hizo lo mismo con un montón de productos industriales nacionales hasta bicicletas.

Los opositores se burlaban y no entendían que se estaba buscando mantener viva la economía. Era la base de todo. Esa era la lucha y los esfuerzos eran mantener a todos en el bote sin tirar a nadie.

Cristina conducía y Nestor con todos nosotros remábamos.

Y pasamos ese año difícil. Muy difícil. Se perdió un poco de empleo, pero la recuperación se mantuvo y Argentina creció un 0,7% ese año.

2010 comenzó con otros vientos. La ofensiva de la canalla mediático-opositora se dio en la defensa del Presidente del BCRA. Redrado quería impedir la continuidad del desendeudamiento que proponía usar parte de las reservas para desendeudar más al país. Esa lucha la llevó a cabo Cristina y su pueblo la apoyó.

La Ley de Medios, la Asignación Universal por Hijo y el matrimonio igualitario fueron otros logros de la Presidenta. Eran reclamos que por décadas todos los sectores sociales habían reclamado.

Los jubilados recuperaron la dignidad que por décadas les habían robado y los estudiantes cuentan desde ahora con una netbook por alumno.

Las parejas del mismo sexo, ahora, pueden concretar su amor y estar cubiertas por el Estado. Sus hijos también.

Los chicos volvieron a las escuelas y se superó el 6% del PBI para el presupuesto para la educación.

Los chicos que antes comían de la basura pudieron ponerse el guardapolvos blanco y comer en sus casas gracias al derecho de la Asignación universal. Eso fue logrado gracias al esfuerzo de los trabajadores y la correcta administración del Estado.

El Bicentenario de la Revolución de Mayo nos encontró a todos unidos. Más de 6 millones de personas participamos de esa fiesta. Sin un incidente, con la presencia de los presidentes hermanos pudimos gozar de una fiesta espléndida, reconocernos y valorizar a los patriotas latinoamericanos.

Los medios nos querían meter miedo, "no vayan porque va a ser un caos" decían. Pero el pueblo salió a las calles y mostró que no lo engañan NUNCA MÁS!.

Continúa en la última parte...

(Foto propia: Carteles del pueblo pegados en la reja de la Casa Rosada)