domingo, 24 de enero de 2010

Abriendo los archivos (VI): los radicales gobernando (1999-2003)


La última parte de Mayo de 2001 comenzó con una gran agitación social. El conurbano bonaerense era protagonista de una jornada piquetera en La Matanza, en donde se cortaba la ruta 3 desde hacía semanas. Los reclamos iban desde planes de empleo, becas de estudio, alimentos y planes de obra pública. El líder visible de ese movimiento: Luis D'Elia.
Paralelamente el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, sostenía que "había que ayudar al presidente a salir de la crisis" y apoyaba el megacanje como el camino para bajar las tasas de interés.
En la Capital Federal se estaba realizando sin mucho éxito, las celebraciones del 10º aniversario del MERCOSUR. Muchos diplomáticos no dudaban en manifestar que "celebramos estar sobreviviendo", y ponían como contexto el "black out" energético brasilero y político-económico de la Argentina. Ante este panorama, el ALCA era presentado por el diario y los diplomáticos como "una posibilidad" para el Mercosur, quien debía actuar como un "novio guapo".
De la Rua, en la reunión del WEF (Foro económico mundial) que se realizó en Buenos Aires y aseguró a los empresarios que "el resultado electoral de las legislativas no alterará el sentido de unidad nacional"; en relación a la posible derrota frente al peronismo. "No hay riesgo político" ratificaba el presidente frente a los empresarios y - en un país que se desintegraba cada vez más - como "medida cosmética", anunciaba y mostraba orgulloso la bajaba del "gasto de la política". Estos "ajustes" que el gobierno emprendía, no iban a solucionar nada, ni siquiera la demanda de la población de "terminar con la corrupción". Lo que podríamos decir es que se cumplia a pies juntillas con los designios de Goldman Sachs.
El 22 de Mayo, los Diarios dieron la "buena noticia" que el riesgo país había bajado a los 933 pts. Desde una editorial de La Nación se afirmaba que el canje debía llevarse a cabo porque era "necesariamente bueno" ya que era "la única alternativa para evitar caer en la cesación forzosa e involuntaria de pagos" en un contexto de "desborde" del déficit fiscal.
También se advertía a los argentinos sobre los "gravísimos efectos negativos" que tendría no terminar exitosamente el canje y caer en el default.
Pero la Argentina estaba pasando por un gran conflicto y Patricia Bullrich (hoy en la CC), Ministro de trabajo, le ofrecía a los piqueteros planes trabajar para terminar con el conflicto.
También existía una dirigente rebelde que había pedido cajas con documentación al Senado norteamericano sobre el "lavado de Dinero". Elisa Carrió (opositora eterna), tenía "una oportunidad única" de investigar, pero el tiempo demostró el poco fundamento que tenían sus denuncias o las pocas ganas reales de continuar con esas demandas.
El gobierno veía que los indicadores económicos estaban todos "para abajo". Como acto reflejo buscaban hacer arreglos con las terminales automotrices para tratar de mover un poco la alicaída economía argentina.
En Mayo del 2001, el gobierno acordó con los industriales del rubro para tratar de darles una ayuda. Ratazzi (Fiat Argentina) sostenía que "con los anuncios, para vender tenían que buscar algún cliente perdido en La Quiaca porque "no se habían acercado clientes en semanas" a las concesionarias.
El Italiano, que además presidía Adefa (la asociación de terminales de autos), daba un panorama sombrío de cual era la realidad de la industria automotriz. En 2001, solo se habían vendido en poco menos de medio año, unos 16.000 autos. Teniendo en cuenta que solo en Enero del 2010 se patentaron más de 78.000, es increíble ver el pozo en el que estaba esa rama productiva.
En medio de estos datos negativos, la crisis financiera interna y la crisis social que desbordaba la CGT "disidente" de Hugo Moyano convocó a un paro. El presidente, por su parte, hizo el primer llamado "a la unidad nacional" y Patricia Bullrich afirmó que no sabía "para quien trabajaba Moyano".
Algunos datos económicos de aquellos días. El maíz se vendía a U$d 75 la tonelada ($291 actuales), el trigo a U$d 133 ($516 actuales), la soja a U$d 145 la tonelada ($ 562 actuales). Las ventas en los supermercados caía 3,4%, en los Shopings 13,4%, en los centros comerciales 7,1% y la recesión alcanzaba los 35 meses consecutivos. También hubo una caída de los precios de 1% (deflación) producto de la recesión extendida. "No se ven indicios de reactivación" decían los voceros de las cadenas comerciales más importantes del país.
Lo que sí subió fue el Gas, que recibió la autorización para aumentar un 2%. Lo curioso es que los ajustes estacionales (invierno - verano) eran acompañados por la variación en el índice de precios de EEUU, teniendo en cuenta que aquí había deflación!.
El riesgo país "bajó" a 921 pts.

El país se quedaba más solo cada día, pero Joaquín Morales Solá sostenía que si se negociaba un tratado de libre comercio con EEUU, lo que se hacía era dar un "fuerte mensaje" de fortaleza política (a Brasil) y de seriedad (a los mercados internacionales). Es tirano el archivo!.

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