El día en que los tontos se creyeron que eran inteligentes

El caso en que una persona que utiliza a un idiota útil para achacar toda la responsabilidad de un negocio. Esta y otras tomadas de pelo que solo es usada por mercenarios y los que juegan con el periodismo como si fueran armas.El ser o no operado, depende de muchas circunstancias. La primera puede ser que desconozcamos el tema y por un exceso de confianza compremos lo que llamamos "pescado podrido", otra posibilidad puede ser que seamos "seducidos" por alguien que nos promete participar en algo si esta operación sale correctamente, también puede que seamos sorprendidos en nuestra buena fe, cuando no dudamos que quien nos dice algo está diciendo fielmente la verdad o la última de las posibilidades es que haya un dinero de por medio, o al menos pueda mediar algún interés espurio.En esta posibilidad recae nuestra sospecha con lo que sucedió en nuestra ciudad, un comunicador, un actor y la queja de éste por una actitud encontrada con el que podría o no ser quien lo tome a éste actor.Claro que sin clarificar hechos y palabras de los actores es muy difícil entender esto. Pero no lo es tanto a tan poco de una elección en dónde un comunicador absolutamente "vendido" o "comprado" se relame hablando mal de lo que el cree que es el anticristo ya que no le dio trabajo a su esposa.Estas pequeñeces no hacen mas que poner en notoria evidencia la bajeza y la poca hombría de bien de este comunicador que, reaccionariamente y un poco por despecho y otro poco por mercenario, llega a estos límites.Con relación a quien lo hizo actuar a este títere, no hay palabras, ya que bien sabía que alguien podía salir lastimado, aún su confidente, y así fue, y aunque no le importó nada. Esta vez perdieron otra de las tantas partidas. Y seguirán perdiendo en tanto se juegue con la profesión como si fuera un arma. A veces a las armas, las carga el diablo.

Por Ricardo Berdiñas de Infoazul