Cavallo comenzó su última gestión dentro del optimismo de la elite. En todas las notas periodísticas del Diario La Nación se menciona que "Cavallo presentaría una ley de crecimiento" que buscaba, a través de "ideas sorpresa"(!), obtener una "veloz reactivación económica".
El propio Ministro argumentaba que ningún legislador podría oponerse a una ley que buscara el "crecimiento" y para eso buscaba que el Congreso le diera "poderes extraordinarios".
El propio Ministro argumentaba que ningún legislador podría oponerse a una ley que buscara el "crecimiento" y para eso buscaba que el Congreso le diera "poderes extraordinarios".
La línea editorial del Diario de los Mitre no dejaba lugar a dudas sobre su apreciación de los ministros y sus planes. En aquel momento decía: "Aún cuando la llegada de Cavallo al Ministerio de Economía constituya en sí un hecho auspicioso por el reconocido prestigio local e internacional que suscita el inspirador de la convertibilidad, debe lamentarse el triste final del equipo encabezado por López Murphy..." y pedía a la oposición del PJ que "dejen de anteponer su casi natural tendencia a endosarle el costo político al oficialismo por un urgente espíritu de prudencia y patriotismo que le devuelva las esperanzas a los argentinos".
Políticamente el país entraba en un torbellino que se desencadenaría 9 meses después, el famoso "parto doloroso" que la diputada radical por el Chaco esgrimía como argumento para separarse del gobierno que integraba.
En la jura de Cavallo había faltado Raúl Alfonsin y "Chacho" Alvarez, como una clara señal que La Alianza agonizaba y terminaba de inclinarse a la derecha.
Lo que el Diario La Nación no decía, era que la Convertibilidad era el centro del problema pero no es ni siquiera puesta en cuestión. Hay que recordar que el Peso Convertible estaba atado al dólar en una paridad de 1 a 1.
Economistas como Alfonso Prat Gay (hoy Diputado de la Coalición Cívica) decían que la convertibilidad padecía "resultados no deseados por cuestiones externas" y sostenía que "mediante reformas estructurales se podría mejorar la competitividad". Pero si tenemos en cuenta que le habían preguntado por el "éxito de Cavallo de los 90", no hay que ahondar mucho en cuales eran las "reformas estructurales" a las que se refería el "jóven analista".
La operación mediática con la que es stablishment apoyaba a Cavallo se sustentaba con notas que pretendían reflejar que los ahorristas no retiraban los depósitos para drespaldar al Ministro. También se publicaban encuestas en que se decía que sostenía que los apoyos a Cavallo, su política y la delegación de poderes siempre superaban el 60%. También publicaron otra encuesta que sostenía (miren que descaro!) que existía una "importante presisposición a sacrificarse" para superar la crisis. Desde este medio masivo se impulsaba a la población al abismo y casi al martirio por salvar la ropa de un modelo que ya sabían estaba terminado.
Si nos adelantamos un poco en la historia, todos estos serán los atrapados por el "corralito" y seguramente son quienes salieron a "cacerolear" para pedir la salida del Ministro el 19 de Diciembre de ese mismo año.
Mientras se discutía en el Senado la delegación de superpoderes, la imperdible Editorial del 30 de Marzo del diario La Nación, buscaba limpia la cara de la ortodoxia económica, minimiza el rol del estado y llama a "resistir a los reclamos de los que hacen más ruido" que claramente eran los Sindicatos y los Movimientos de desposeidos.
Para atraer las inversiones extranjeras, Cavallo buscó usar la "ley de competitividad". Medidas como bajar las tasas aeroportuarias para que lleguen los inversores. ¿Pensarían que no llegaban porque era muy caro bajar en Ezeiza?.
El Plan que encaró el calvo Ministro fue con un amplio proceso de desregulación (NO REGULAR!, se entiende?: Un proceso de desregulación amplia implicaría derogar restricciones o limitaciones al ingreso de competidores en los mercado).
Aseguraba que "hay que esperar muchos decretos que van a modificar leyes" y remarcaba que con esos decretos iba "a haber mucha más seguridad jurídica" que garantizaría las inversiones.
Empresas emblemáticas de antaño como Aerolineas y el Correo no eran rentables para un estado "prestador de bienes y servicios competitivos" según el máximo responsable de la economía del país.
Joaquín Morales Solá opinaba sobre Cavallo que "restituyó en apenas dos semanas la presencia de un Gobierno y recreó la expectativa social que se había fugado peligrosamente". De hecho, el influyente columnista decía que el gobierno no estaba en manos del presidente, sino del ministro; y lo decía con su pomposa pluma cuando decía: "(el presidente) debió dejar la conducción diaria de su gobierno a un dirigente extraño a su partido".
Políticamente el país entraba en un torbellino que se desencadenaría 9 meses después, el famoso "parto doloroso" que la diputada radical por el Chaco esgrimía como argumento para separarse del gobierno que integraba.
En la jura de Cavallo había faltado Raúl Alfonsin y "Chacho" Alvarez, como una clara señal que La Alianza agonizaba y terminaba de inclinarse a la derecha.
Lo que el Diario La Nación no decía, era que la Convertibilidad era el centro del problema pero no es ni siquiera puesta en cuestión. Hay que recordar que el Peso Convertible estaba atado al dólar en una paridad de 1 a 1.
Economistas como Alfonso Prat Gay (hoy Diputado de la Coalición Cívica) decían que la convertibilidad padecía "resultados no deseados por cuestiones externas" y sostenía que "mediante reformas estructurales se podría mejorar la competitividad". Pero si tenemos en cuenta que le habían preguntado por el "éxito de Cavallo de los 90", no hay que ahondar mucho en cuales eran las "reformas estructurales" a las que se refería el "jóven analista".
La operación mediática con la que es stablishment apoyaba a Cavallo se sustentaba con notas que pretendían reflejar que los ahorristas no retiraban los depósitos para drespaldar al Ministro. También se publicaban encuestas en que se decía que sostenía que los apoyos a Cavallo, su política y la delegación de poderes siempre superaban el 60%. También publicaron otra encuesta que sostenía (miren que descaro!) que existía una "importante presisposición a sacrificarse" para superar la crisis. Desde este medio masivo se impulsaba a la población al abismo y casi al martirio por salvar la ropa de un modelo que ya sabían estaba terminado.
Si nos adelantamos un poco en la historia, todos estos serán los atrapados por el "corralito" y seguramente son quienes salieron a "cacerolear" para pedir la salida del Ministro el 19 de Diciembre de ese mismo año.
Mientras se discutía en el Senado la delegación de superpoderes, la imperdible Editorial del 30 de Marzo del diario La Nación, buscaba limpia la cara de la ortodoxia económica, minimiza el rol del estado y llama a "resistir a los reclamos de los que hacen más ruido" que claramente eran los Sindicatos y los Movimientos de desposeidos.
Para atraer las inversiones extranjeras, Cavallo buscó usar la "ley de competitividad". Medidas como bajar las tasas aeroportuarias para que lleguen los inversores. ¿Pensarían que no llegaban porque era muy caro bajar en Ezeiza?.
El Plan que encaró el calvo Ministro fue con un amplio proceso de desregulación (NO REGULAR!, se entiende?: Un proceso de desregulación amplia implicaría derogar restricciones o limitaciones al ingreso de competidores en los mercado).
Aseguraba que "hay que esperar muchos decretos que van a modificar leyes" y remarcaba que con esos decretos iba "a haber mucha más seguridad jurídica" que garantizaría las inversiones.
Empresas emblemáticas de antaño como Aerolineas y el Correo no eran rentables para un estado "prestador de bienes y servicios competitivos" según el máximo responsable de la economía del país.
Joaquín Morales Solá opinaba sobre Cavallo que "restituyó en apenas dos semanas la presencia de un Gobierno y recreó la expectativa social que se había fugado peligrosamente". De hecho, el influyente columnista decía que el gobierno no estaba en manos del presidente, sino del ministro; y lo decía con su pomposa pluma cuando decía: "(el presidente) debió dejar la conducción diaria de su gobierno a un dirigente extraño a su partido".
Por esos días ya se empezaba a hacer mención del "riesgo país" diariamente en los diarios, el 3 de Abril ya tocaba los 943 puntos básicos y en adelante indicaría el "paso a paso" hasta la debacle económica.
Cavallo asume la conducción económica de facto con sus "plenos poderes" y hace varios anuncios para alentar a la industria. Los diarios nunca pueden precisar cuales son los planes más allá de describir vaguedades como "disponibilidad de acceso al crédito", "lucha contra el contrabando" o "reducción del mercado laboral en negro".
Entre los ministros que acompañaban los anuncios estaba Patricia Bullrich (hoy en la Coalición Cívica) que era Ministro de Trabajo y "apenas estaban iniciando el diagnóstico" de los problemas de los distintos sectores de la producción.
El turismo de "minivacaciones" ya mostraba notorias mermas. Aunque los turistas se iban a Punta del Este o Mar del Plata, los pasajes no se agotaban, las empresas de transporte no ponían servicios complementarios y los empresarios hoteleros eran pesimistas. Este era un síntoma de lo que estaba pasando que de a poco empezaba a ser imposible de tapar para los grandes medios nacionales. La Nación no dudó en titularlo "Pocos turistas, mucho sol".
Y el gobierno seguía adelante, lo veremos en el próximo capítulo...
El turismo de "minivacaciones" ya mostraba notorias mermas. Aunque los turistas se iban a Punta del Este o Mar del Plata, los pasajes no se agotaban, las empresas de transporte no ponían servicios complementarios y los empresarios hoteleros eran pesimistas. Este era un síntoma de lo que estaba pasando que de a poco empezaba a ser imposible de tapar para los grandes medios nacionales. La Nación no dudó en titularlo "Pocos turistas, mucho sol".
Y el gobierno seguía adelante, lo veremos en el próximo capítulo...
(De este gabinete, alguna es ahora una guardiana de "las reservas de todos los argentinos")
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