La semana comienza con nuevo ministro de economía y las negociaciones con los dirigentes de las entidades rurales sentados a la mesa.
Estos últimos días, el conflicto con los piqueteros "armados" (según uno de sus referentes) fue la tapa de los diarios. Gracias al apoyo innegable de la prensa, estos señores que llevaron el desabastecimiento a la población, han intentado imponerle la agenda al gobierno nacional y presionado a los gobernadores e intendentes para que se plieguen a su protesta.
Presionar
Por ejemplo los productores de Benito Juárez, intentaron hacerse de legitimidad argumentando que ellos realizan 9 veces más de inversión que el municipio. Este discurso es falaz, porque es obvio que la actividad privada siempre invertirá mucho más ya que es mucho más importante.
Como refleja un medio de esa ciudad bonaerense, los productores están "presionando a los concejales" en "todo momento" para que tomen "una postura frente al reclamo del sector". De esta forma queda claro que frágil es el arraigo de la cultura República y democrática de este sector.
Cuando Cristina afirmó que "parece que se estaba en una etapa pre-democrática", esta es la muestra más cabal de ello. Un pueblo donde un grupo de manifestantes se creen con la legitimidad para presionar a las autoridades que deben gobernar para todos y no sólo para un sector y nadie se escandaliza, es una señal preocupante.
El viernes pasado, en la ciudad de Bolívar, representantes de la comisión del "grupo de auto convocados de Azul" participaron de una asamblea, a la que asistieron productores de distintos puntos de la provincia. Allí se decidió el camino a seguir en caso de volver a la protesta y se decidió respetar las estructuras de las entidades.
Pero no hay que olvidar que estas presiones han sido constantes y que intendentes como los de Azul o Saladillo colaboraron activamente con los cortes de ruta y las medidas extorsivas de los ruralistas.
Gobernar
El gobierno Nacional tiene en claro que en Octubre pasado fue legitimado un modelo económico, social y político por más de 46% de los votos. Esta legitimidad, que implica haber duplicado a la segunda fuerza, sustenta la posición de la presidenta de que debe gobernar para todos y no solo para un sector.
Desde la Casa Rosada se esgrime el siguiente razonamiento: el actual aumento de los precios tiene que ver con la presión de una demanda creciente frente a una oferta insuficiente.
Estos últimos días, el conflicto con los piqueteros "armados" (según uno de sus referentes) fue la tapa de los diarios. Gracias al apoyo innegable de la prensa, estos señores que llevaron el desabastecimiento a la población, han intentado imponerle la agenda al gobierno nacional y presionado a los gobernadores e intendentes para que se plieguen a su protesta.
Presionar
Por ejemplo los productores de Benito Juárez, intentaron hacerse de legitimidad argumentando que ellos realizan 9 veces más de inversión que el municipio. Este discurso es falaz, porque es obvio que la actividad privada siempre invertirá mucho más ya que es mucho más importante.
Como refleja un medio de esa ciudad bonaerense, los productores están "presionando a los concejales" en "todo momento" para que tomen "una postura frente al reclamo del sector". De esta forma queda claro que frágil es el arraigo de la cultura República y democrática de este sector.
Cuando Cristina afirmó que "parece que se estaba en una etapa pre-democrática", esta es la muestra más cabal de ello. Un pueblo donde un grupo de manifestantes se creen con la legitimidad para presionar a las autoridades que deben gobernar para todos y no sólo para un sector y nadie se escandaliza, es una señal preocupante.
El viernes pasado, en la ciudad de Bolívar, representantes de la comisión del "grupo de auto convocados de Azul" participaron de una asamblea, a la que asistieron productores de distintos puntos de la provincia. Allí se decidió el camino a seguir en caso de volver a la protesta y se decidió respetar las estructuras de las entidades.
Pero no hay que olvidar que estas presiones han sido constantes y que intendentes como los de Azul o Saladillo colaboraron activamente con los cortes de ruta y las medidas extorsivas de los ruralistas.
Gobernar
El gobierno Nacional tiene en claro que en Octubre pasado fue legitimado un modelo económico, social y político por más de 46% de los votos. Esta legitimidad, que implica haber duplicado a la segunda fuerza, sustenta la posición de la presidenta de que debe gobernar para todos y no solo para un sector.
Desde la Casa Rosada se esgrime el siguiente razonamiento: el actual aumento de los precios tiene que ver con la presión de una demanda creciente frente a una oferta insuficiente.
Como la Presidenta no quiere enfriar el consumo, se propone aumentar la oferta incentivando la inversión.
La primera medida será la sanción de la Ley de Reinversión de Utilidades para las Pymes. Pero la idea es que la ley se ajuste a sectores estratégicos, como los de tecnología de punta y otros que necesiten inversión para aumentar su oferta interna.
Para mejorar el clima de negocios y atraer inversiones internacionales se buscará cerrar un acuerdo con el Club de París, lo que favorecerá el clima para los inversores y terminará con una parte sustancial de la deuda argentina.
La primera medida será la sanción de la Ley de Reinversión de Utilidades para las Pymes. Pero la idea es que la ley se ajuste a sectores estratégicos, como los de tecnología de punta y otros que necesiten inversión para aumentar su oferta interna.
Para mejorar el clima de negocios y atraer inversiones internacionales se buscará cerrar un acuerdo con el Club de París, lo que favorecerá el clima para los inversores y terminará con una parte sustancial de la deuda argentina.
Enfriar
Cada vez más economistas utilizan todo tipo de eufemismos para referirse al mismo tema: "enfriar la economía" para bajar la inflación. Incluso ex colaboradores del ex presidente hablan de incentivar la inversión para aumentar la oferta de bienes y servicios, pero también bajar un poco el gasto para disminuir el consumo. Otros, más cautos, prefieren aconsejar “reasignar el gasto, destinando a inversión parte de lo que hoy se utiliza para subsidios”.
Ahora digamos lo que los "enfriadores" no dicen. Plantear que si se baja en consumo redundaría en una baja de la inflación carece de lógica en un esquema de una sociedad de consumo con escazo o nulo poder de ahorro. Plantear que "mágicamente" los empresarios harán las inversiones si no se les asegura un público consumidor es no conocer la mentalidad del "capitalismo nacional". De hecho, el conformismo podría llevar a un efecto no deseado contraproducente. Por lo tanto, mantener un mercado de consumidores ávidos y con capacidad de compra generará condiciones para un aumento de la oferta y la calidad de la misma.
La Argentina, sumando a los trabajadores nacionales, provinciales y municipales, tiene un 5% de empleados públicos. Esta escala es bajísima teniendo en cuenta que en EE.UU. son el 12% (sin contar a los militares), en la UE un 15% y en Brasil 10% de la población económicamente activa.
Entonces, cuando se habla de "enfriar" la economía "bajando el gasto" se está diciendo que deben bajarse los sueldos de los empleados públicos como lo hizo De la Rua. Sabemos que hacer esto es impensable en un país que necesita seguir expandiendo el consumo. Si lo hicieran, el impacto en el "gasto" sería insignificante.
Por lo tanto, tal vez "el ajuste del gasto" implicaría la eliminación de los subsidios a los transportes o servicios que benefician a los más pobres. Esto nos pone frente a la sempiterna "cuestión de la garrafa" que aumenta por la desregulación de la provisión del gas envasado que está en manos privadas. No puede reducirse la política de subsidios porque hacerlo implicaría un castigo al bolsillo de los usuarios de estos servicios, que casualmente son los trabajadores. Es raro que la oposición al gobierno no plantee la competencia en el suministro de servicios o el fin de los monopolios u oligopolios.
Entonces, cuando se habla de "enfriar" la economía "bajando el gasto" se está diciendo que deben bajarse los sueldos de los empleados públicos como lo hizo De la Rua. Sabemos que hacer esto es impensable en un país que necesita seguir expandiendo el consumo. Si lo hicieran, el impacto en el "gasto" sería insignificante.
Por lo tanto, tal vez "el ajuste del gasto" implicaría la eliminación de los subsidios a los transportes o servicios que benefician a los más pobres. Esto nos pone frente a la sempiterna "cuestión de la garrafa" que aumenta por la desregulación de la provisión del gas envasado que está en manos privadas. No puede reducirse la política de subsidios porque hacerlo implicaría un castigo al bolsillo de los usuarios de estos servicios, que casualmente son los trabajadores. Es raro que la oposición al gobierno no plantee la competencia en el suministro de servicios o el fin de los monopolios u oligopolios.
Medir
Algo que es cierto también es que por los índices de inflación que anuncia el INDEC han perdido el arraigo en la realidad cotidiana y ésto ha favorecido la irrupción de "índices privados" que marcan una realidad que tampoco existe.
Las mediciones privadas dan "según quien pague" el número que quieren que dé. Por ejemplo Elisa Carrió hace una semana dijo en un canal de TV que había 30% de inflación, en otro 40% y ayer por la noche dijo que superaba el 50%.
Duclós subió un 60% el sueldo a sus funcionarios y solo un 10% el sueldo a los empleados del municipio, es decir que mira con el ojo de "lilita" a su sueldo y con el de Moreno al de los empleados.
Por lo tanto es imprescindible que se solucione favorablemente la intervención en el INDEC. De esta forma existirá un índice y una forma de medición que brinde un dato confiable de la realidad. Tal vez sea necesaria cambiar la forma de medición, los productos a medir u otras variables, pero dejar que los privados puedan sacar un índice semanal como si fuera el Horóscopo es más peligroso todavía.
Lic. Mauro Burraco Ardizzone
Por lo tanto es imprescindible que se solucione favorablemente la intervención en el INDEC. De esta forma existirá un índice y una forma de medición que brinde un dato confiable de la realidad. Tal vez sea necesaria cambiar la forma de medición, los productos a medir u otras variables, pero dejar que los privados puedan sacar un índice semanal como si fuera el Horóscopo es más peligroso todavía.
Lic. Mauro Burraco Ardizzone
4 comentarios:
Muy bueno Mauro, la verdad qeu lo que decís es muy cierto.
Sobre todo en lo de Carrió. Cada vez está mas bronceada y tira datos según el canal en el que está!.
Aunque me parece que si todo se arregla, igual habrá un problema con el indeice de IPC ya que le han (desde todos lados) quitado el valor del "respeto".
veremos como evoluciona esto. Igual yo estaré en mi trinchera peronista acompañando a la compañera Cristina.
Saludos,
Cholo (ex capelista)
Muy buen art´culo, Jovenes a explicado en forma didactica el problema de la inflación. Estamos totalmente de acuerdo que es necesario solucionar el problema con el INDEC, porque eso es más peligroso que mono con navaja en manos de la oposición
La oposición se basa en querer enfriar la economía, a la manera que quieren los grandes empresarios: en vez de que el famoso enfriamiento lo paguen los mas ricos (puede ser en base a la disolución de los oligopilios como las telefónicas o los multimedios, impuestos a las ganancias más elevados u otras fórmulas), quieren que lo paguen los más pobres, sacando subsidios a los medios de transporte, subiendo los impuestos básicos, etc.
Carrió no tiene cara, cada dia está mas loca. Es verdad eso de que siempre está tirando cifras delirantes de inflación. De donde saca sus datos? Poruqé un dia la inflación es de 30% y al otro del 50%? Es tan seria como piñón fijo.
Anonimo III falta a la verdad. Carrió no es cómica como Piñon fijo porque el payaso tiene la intención de divertir y hacer reir a los chicos.
Esta señora de la dictadura (a la que apoyó nuestro intendente) con sus comentarios hace descreer a la gente de la democracia y además hace llorar a los niños y "engranar" (por sus mentiras) a los grandes.
Muy bueno el artículo, mis felicitaciones.
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