Intolerancia en Saladillo y Gualeguaychú

Después de una semana en la que los "patoteros de bombachas" de la vecina ciudad de Saladillo agredieran a un periodista, anoche anoche realizaron otra movilización de productores que repitió la modalidad del “cacerolazo” con el punto de reunión en la plaza principal de la ciudad.

Luego, cuando unas 100 personas estaba golpeando sus cacerolas de teflón se dirigieron al local partidario del Frente para la Victoria donde se desarrollaba, a la misma hora, un plenario de dirigentes, con la presencia del secretario presidencial Walter Abarca (Foto).

Ese centenar de "caceroleros" desviaron su marcha que se estaba desarrollando frente al Palacio Municipal y caminaron varias cuadras hasta el local del Frente.

Una vez allí hicieron resonar los variados utensilios de cocina, bombos, algún redoblante y un automóvil con amplificadores. Allí, algunos subieron a la vereda y se acercaron al local, llegando a golpear las persianas y vidrios.

Luego, emulando a los militantes de la "Liga Patriótica", al grito de "¡Argentina, Argentina!" los violentos cantaron el Himno, y se desconcentraron del lugar.

Desde el interior no se observó ninguna reacción a la provocación. Aunque luego el ex candidato a Intendente Walter Abarca lamentó “esta demostración de intolerancia” y criticó la presencia de niños en el lugar de la manifestación. “No se puede colocar a chicos de 7 o 10 años a golpear puertas y ventanas de un local partidario, por más diferencias que existan. Ellos no tienen noción de lo que sucede. Parece un juego pero no lo es. Aquellos que llaman permanentemente al diálogo demuestran que no son tan afectos al mismo”, señaló Abarca.

También, el día de ayer los piqueteros de Gualeguaychú se vioentaron contra el representance de FEDECAMARAS Rubén Manusovich (foto), quien reclamó el fin de la protesta en medio de los insultos de los piqueteros.

Además de Manusovich se encontraba Rosa Morales militante de "Madres por la Vivienda"a la que le arrojaron agua y terminaron golpeándola, por lo que debieron ser rescatados por la Gendarmería.

La señora Morales afirmó "tres mil hombres vinieron a golpear a una mujer, cuando nosotros queríamos hablar con De Angeli. Quieren golpear a la democracia, no quieren escuchar".