CARTA ABIERTA

El viernes 23 de Mayo en el programa "Claro como el Agua" de la FM del Pueblo de Azul, entrevistaron a un sacerdote Católico (hay que decirlo) llamado Miguel Angel Paris.

Este señor, haciendo gala del derecho a la libertad de expresión que la Constitución nos da, que el gobierno garantiza y la democracia refuerza día a día, dijo ante los micrófonos de la emisora una serie de barbaridades que - de no saber que se trataba de un hombre "cordero de Dios" - podríamos aseverar que estamos frente a un mesiánico fanático devenido en "terrateniente" o como le dicen ahora "tenedor de tierra".

En primero lugar, este benemérito señor, pretende basar su argumento en un principio externo a la realidad que pretende analizar, separando a quienes están bautizados y quienes no. Claramente esta visión elitista, atemporal y oscurantista - tan propia de estos señores - hubiese ofendido a las buenas personas de su congregación.
Por desgracia para todos los que no hemos sido ungidos por el agua purificadora del Jordán, es nuestro mismo Estado el que sostiene - con el aporte de todos los contribuyentes - a esa misma Iglesia que curas como estos representan. Esta iglesia que desiguala entre los "bautizados" y "los otros", como este señor lo hace en sus desafortunadas declaraciones.

Él dice que el Domingo iría con gusto a "la fiesta del campo" en Rosario. Afirma que lo haría porque hay un grupo de familias que "colaboran con la parroquia" y por eso él comparte la protesta. Obviamente esas familias deben ser - en gran parte - quienes forman parte de la "siempre sacrosanta" Sociedad Rural Argentina.
Sería interesante conocer los fundamentos del Sacerdote Paris para justificar su intervención en un conflicto en donde se agravia al Gobierno Nacional y a la Señora Presidenta, siendo que es el pueblo argentino el que sufre las consecuencias del desabastecimiento de alimentos, seguida por el aumento de los precios que desequilibra los bolsillos de los más humildes.
Muy lejos de los pastores de Belén, y más cerca del rey Herodes, el "padre católico" tendría que recordar los versículos del Evangelio que afirman que "es más seguro que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos".

Por lo tanto, este "buen hombre de Dios" tendría que rever lo que ha dicho, porque ha tomado una posición política. No estoy en contra de que el "Sr. Paris" se exprese políticamente, pero si estoy totalmente en desacuerdo que el "Cura Católico Paris" se escude en su cuello sacerdotal para opinar sobre algo que no debe.
Recordemos que el Papa Benedicto XVI se reserva para si la acción política de la Iglesia y por tanto, este cura está actuando como un subversivo eclesiástico. No podemos dejar de hacer mención a que la acción política de la Iglesia debería ser la opción de los pobres y no de quienes más tienen. Por lo tanto, ningún cura debe accionar políticamente, al menos no contra el Estado que le paga el salario.

Señor sacerdote, dedíquese a sus fieles, a las lecturas de los textos sagrados, a mantener llena de fieles la parroquia, a obtener buenas limosnas que esa es su función. Sobre reclamos económicos de pequeños sectores concentrados y poderosos de la economía, déjelos que ellos saben "cuidarse", cortar rutas y desabastecer.
Este predicador de la palabra de Cristo, justificó el "piquete" (violación de la Constitución) y dijo que "él se veía al costado de las rutas". ¿En que rol se veía?, tal vez dando la bendición a los que iban a violar la Constitución como lo hacía Von Wernich en los centros clandestinos de detención.
Aquí haré una breve digresión, cuando escribía esta carta pensé que era "fuerte" comparar a este "buen hombre" (a quién no he visto nunca) con el cura torturador. Pero al escucharlo defender al dictador, genocida y ladrón de niños JORGE RAFAEL VIDELA, creo que este señor no puede predicar la palabra de Dios. Salvo que exista algún tipo de complicidad entre la Iglesia, los genocidas y la Sociedad Rural... pero ¿podrá haber tanta maldad en esta tierra?.
¿Qué tiene que hacer la Iglesia?. En todo caso, como Institución milenaria - que debería estar separada del Estado - debe mediar para que su "rebaño" no viole a ley de los hombres y menos la ley de Dios. ¿Negarle el "pan" a sus hermanos más desfavorecidos es un pecado?.

Sepa este buen pastor, que para todos aquellos que no formamos parte de su "rebaño", Dios no es más que una construcción intelectual. El Sol que usted podrá ver en nuestro escudo es el Símbolo de ese Dios LAICO, el que debe velar por todos nosotros y al único que le reconocemos la "legitimidad para ejercer el monopolio de la violencia física legítima". Puede que usted, al ser parte de la institución monárquica, despótica, feudal e inquisidora que responde al trono, corona y atributos de San Pedro, no tenga la capacidad de hacer la distinción, pero valga este correo para recordarla.

Luego, dice que "la principal injusticia es que el Estado se lleve el fruto de tu trabajo". Que poca memoria tiene este "pastor de rebaños" al olvidarse del concepto DIEZMO.

Cuando el Estado recauda, lo hace para construir escuelas, hospitales, viviendas, caminos, mantener el valor de la moneda, pagar las jubilaciones, los sueldos de los OBISPOS, pagar los sueldos de maestros, policías, militares, médicos, y podría seguir. ¿Qué hace la Iglesia con el Diezmo?... seguramente no puede obrar de la misma forma y nadie pretende que lo hagan. Sigan vistiendo las iglesias para sus fieles, eso es lo que deben hacer.
También dejó en claro que las limosnas y donaciones "anónimas" no existen. Dijo que "las familias que más tenían eran los que más donaron a la Iglesia, y en Especial a la catedral de Azul".

Uno podría pensar... Ah!, donaron para obras, escuelas comedores, bibliotecas... No!, donaron para "vestir la Catedral". Esta es la ideología de este "rebaño y sus pastores"!. ¿Estos son quienes quieren que se les quiten las retenciones móviles?, ¿para qué? ¿Para VESTIR SANTOS?.

Evita tenía razón cuando nos contaba que la "Sociedad de Beneficencia" buscaba la humillación de los pobres en vez de lograr la salvación cristiana de estos. A los pobres no hay que darles limosnas y dádivas de las que tan acostumbrada está la Iglesia. Hay que darles dignidad, trabajo, igualdad, justicia social. A los pobres los generan los ricos, a los humildes los salva el pueblo!
Señor Paris, vuelva al Templo y ore mucho por salvar su alma y la de su "rebaño", porque atentando como lo hicieron, hacen y seguramente harán contra el Estado, la justicia de los hombres tendrá que tomar medidas y la justicia de Dios... se la dejo a Dios.

Lic. Mauro Burraco Ardizzone